Cuentos
Esto eranse que
se eran unos seres diminutos, con sus patitas largas, sus huesecillos
insignificantes, sus rostros delante del torso y hacia los lados, los ojos. Habitaban
en zonas húmedas, pues necesitaban el agua para vivir.
Sucedió una vez
que una colonia de estos seres, habitantes de un pozo blanco del cortijo más
lejano, se secó.
Los insectos lloraron y lloraron tanto que
volvió a llenarse el pozo, pero apenas duró unos días, pues la humedad perdida
era la humedad requerida para sus cuerpecitos delgados.
Decidieron mandar
un comando a la ciudad, para pedir al resto de
bichitos que donaran algo de llanto, de sangre, o de babas, algo líquido
en conlusión. Pero en la ciudad se lo negaron, no les
parecía taaan importante.
Entonces se les
ocurrió probar con Dios, ya que algunos
“también” eran hijos suyos.
Y Dios habló:
- Hijitos, si dependieran de mi esas cuestiones
de la Tierra ¿creen que yo sería tan cabrón para dejarla morir de esta manera?- Nadie contestó a
Dios.Quedaron atónitos.
- Los que llevan
esos temas, hijitos, son los Gestores; Los Gestores de Sueños.